- Aprender a distinguir qué es motivación:: Principalmente evitando los conceptos erróneos sobre la motivación, como confundirla con activación emocional (gritos, precisiones, increpaciones). Este aprendizaje pasa por conocer a cada individuo, lo que ayudará a prevenir y solucionar conflictos y problemas.
- Aprender a mantener la distancia óptima: en la relación con cada uno de las personas con las que interaccionamos laboralmente. Formar en esta capacidad es fundamental para el éxito laboral de las personas con discapacidad, especialmente en aquellos que forme parte de un Cee en cuyo desempeño tenga mucha importancia la relaciones con el cliente. Este apartado, en nuestro caso, lo venimos complementando con formación específica en atención al cliente y relación con clientes difíciles (como pueden leer en un post anterior de este blog), y que forma parte de nuestro itinerario de formación adaptada a las exigencias laborales de nuestro Cee.
- Criticar los hechos y no a las personas: criticar el comportamiento concreto que puede ser mejorado es más constructivo que criticar a las personas. Esto puede conllevar trabajar individualmente y de acuerdo con el diagnóstico inicial del trabajador o con las necesidades detectadas, en nuestro caso mediante las escalas de calidad de vida y adaptación al puesto de trabajo, aspectos de la personalidad del trabajador con tendencia a la crítica a los compañeros y/o justificación de errores propios en base a los errores de los demás. Esto no es algo característico o propio de trabajadores con discapacidad, sino una forma habitual de relacionarse laboralmente de muchas personas, incluidos algunos de nuestros trabajadores con discapacidad. Nuestro objetivo formativo es promover la crítica constructiva y proporcionar a nuestros trabajadores y a nuestros profesionales de U.A, también, información necesaria para actuar motivadamente en busca de un mejor resultado.
- Ser empático y flexible: no es sencillo ponerse en la piel del otro, y por un momento situarse en la perspectiva ajena y no en la propia, con la finalidad de comprender mejor las necesidades o las situaciones particulares de la otra persona.. Sin embargo la empatía es un buen empuje para la motivación. La empatía nos proporciona habilidades interpersonales de autocontrol que facilitan la mejora en el trato con los demás y nuestra predisposición a una mayor eficacia en el desempeño de nuestras actividades diarias, incluida, naturalmente, la laboral. La flexibilidad, necesaria en muchas ocasiones para alcanzar una adecuada adaptación al puesto de trabajo, siempre que consigamos vivirla como esa motivación por la cual comprendemos que para mejorar hay que cambiar. Es responsabilidad de los responsables y jefes del Cee saber administrar estos cambios de la manera más adecuada para incentivar al trabajador. No perdamos de vista, no obstante, que demasiados cambios, o cambios caprichosos acaban por generar inestabilidad.
Insular Asistencia es un Centro Especial de Empleo encargado del control de las zonas azules en la localidad de Vecindario, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, Gran Canaria. Esta actividad laboral genera empleo digno remunerado para personas con discapacidad desde el año 2001. De igual manera y conforme a lo dispuesto en el Real Decreto que desarrolla el reglamento de los Centros Especial de Empleo, Insular Asistencia a través de su unidad de apoyo realiza prestación de servicios de ajuste personal y social que faciliten una mejor integración sociolaboral y adaptación social. En la actualidad, la plantilla de Insular Asistencia está compuesta por 22 trabajadores, con diferente diversidad funcional, siendo la mayoritaria la discapacidad psíquica/intelectual. En este blog exponemos aquellas actividades y acciones de ajuste y apoyo más relevantes que llevamos a cabo desde Insular Asistencia. La prestación de un buen servicio de valor a nuestra comunidad es una meta por la que nos esforzamos cada día.
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