Insular Asistencia es un Centro Especial de Empleo encargado del control de las zonas azules en la localidad de Vecindario, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, Gran Canaria. Esta actividad laboral genera empleo digno remunerado para personas con discapacidad desde el año 2001. De igual manera y conforme a lo dispuesto en el Real Decreto que desarrolla el reglamento de los Centros Especial de Empleo, Insular Asistencia a través de su unidad de apoyo realiza prestación de servicios de ajuste personal y social que faciliten una mejor integración sociolaboral y adaptación social. En la actualidad, la plantilla de Insular Asistencia está compuesta por 22 trabajadores, con diferente diversidad funcional, siendo la mayoritaria la discapacidad psíquica/intelectual. En este blog exponemos aquellas actividades y acciones de ajuste y apoyo más relevantes que llevamos a cabo desde Insular Asistencia. La prestación de un buen servicio de valor a nuestra comunidad es una meta por la que nos esforzamos cada día.

viernes, 22 de abril de 2016

Acciones para fomentar un buen clima laboral

Cada día venimos al trabajo convencido que generar un buen clima laboral en nuestra entidad es fundamental para que esta progrese. Esta creencia es eje vertebrador de todo el desarrollo de nuestras acciones productivas, de formación y de inserción. Un buen ambiente contribuye a tener un equpo más productivo y comprometido. No se trata de algo sencillo de alcanzar; los que hemos experimentado diversidad experiencial en la relación sociolaboral y formativa con personas con discapacidad en diferentes organizaciones, no siempre hemos encontrado el liderazgo que acertara con la motivación y estimulación necesaria para alcanzar un adecuado clima laboral de personas empleadas en centros especiales de empleo, inserción en el mercado ordinario de trabajo y en el empleo con apoyo, etc.
Cada día venimos al trabajo preocupados por cómo afrontar de la manera más apropiada posible, las estrategias de motivación laboral que nos ayuden a todos a ser mejores en nuestro desempeño cotidiano, de ahí nuestro empeño en que los trabajadores de nuestro centro especial, a través de la unidad de apoyo a la actividad laboral y otras iniciativas de carácter técnico, dispongan de espacios propicios para que puedan desarrollarse de manera personal y profesional.
Para tratar de alcanzar el objetivo de mejorar y finalmente establecer un buen clima laboral en las mejores condiciones posibles, en Insular Asistencia básicamente nos centramos en cinco estrategias de actuación que, por el momento, no nos están decepcionando:
  1. Cercanía y confianza. Los detalles sencillos (agradecer la labor que se realiza, reconocer los aciertos, preguntar por la familia, etc.) son cambios motivacionales que producen confianza y acercan al trabajador y con él sus ideas o inquietudes. Esto mejora en la claridad en la comunicación, la predisposición a actitudes más positivas y el esfuerzo productivo.
  2. Tiempo de escucha. Escuchar nos permite reconocer los problemas y nos facilita las opciones para resolverlos satisfactoriamente, nos proporciona ideas para mejorar el desempeño de las diferentes áreas de nuestra entidad. Escuchar nos da herramientas para convencer y hacer crecer a los buenos trabajadores, y aleja las tentaciones de querer doblegar, mala práxis que suele conducir a convivir permanentemente con la insatisfacción y baja productividad de los sumisos.
  3. Manejo apropiado de las crisis. Orden, calma y entusiasmo es vital para el buen clima laboral cuando las cosas se ponen difíciles (requiere formación específica con la que mejora la calidad de la actuación de nuestros mandos). Brindar la información que la persona necesita, transmitir los mensajes correctamente y mostrar seguirdad en el manejo del problema, son de gran ayuda al ambiente positivo en la organización.
  4. Tener el cuenta la opinión de los otros. Los trabajadores con discapacidad no tienen incapacidad para expresar sus opiniones libremente y con sentimiento de seguridad. Es conveniente incluir facilitadores que permitan una relación incluyente.
  5. Fomentar el respeto. Es difícil de imaginar que todos los integrantes de una entidad se van a llevar completamente bien, por ello es muy importante promover la tolerancia, es respeto y la armonía entre el personal.
Cambios simples pueden hacer una gran diferencia, empleados satisfechos son empleados productivos. Desarrollar un clima laboral favorable lleva tiempo, no obstante, tiene múltiples beneficios: los trabajadores aportan su mejor desempeño a la empresa, se crean sólidos equipos de trabajo y la empresa se puede enfocar mejor en cumplir sus metas.
Las unidades de apoyo son el marco apropiado para que se fomente este clima laboral, por lo que es de suma importancia que esté los más implicada posible en la estructura de la entidad , en su tejido productivo y en la realidad social de sus trabajadores. Cabe recordar que las Unidades de Apoyo son unidades operativas.

viernes, 8 de abril de 2016

Clientes Difíciles: Mejorando competencias

Dentro de nuestra programación de actividades grupales de formación para la mejora de la competencia laboral en Insular Asistencia, estamos abordando un tema complejo, pero que afecta directamente al desempeño laboral de nuestros trabajadores, y en general a muchos trabajadores con discapacidad a la hora de realizar determinados trabajos: el de las relaciones con el público.
Todos los días nuestros trabajadores necesitan  poner en juego sus mayores y mejores cualidades personales en la interrelación constante con gente que viene y va, y no siempre del mejor humor.
Independientemente de ese dicho popular que dice que "el cliente simpre tiene razón", y de que estemos de acuerdo o no con él, o de si el cliente realmente tiene o no razón, sabemos que lo cierto es que un cliente molesto puede tener un impacto negativo para nuestro negocio, producto o servicio. En el caso del trabajo cara al público de personas con discapacidad existe, además, una doble exigencia de tener y saber demostrar lo que sabemos hacer, y no son pocos los que piensan y muchos los que opinan que, en general, las personas con discapacidad tienen pocas competencias para tratar con clientes, usuarios y público en general en el desempeño de una actividad laboral. Quien piensa así tal vez no sabe bien de lo que habla, se guia por estereotipos o manifiesta sus prejuicios y actitud de discriminación. Lo que realmente hay de cierto es que las habilidades de trato con el público son habilidades que se aprenden y que son muchas las personas con discapacidad que en este tipo de aprendizajes no se diferencian o nadie las puede diferenciar de otras personas que también necesitan aprender sus habilidades en el trato con el público.
Las Unidades de Apoyo de cada centro especial de empleo afrontan el reto cotidiano de mejorar las adaptaciones a los puestos de trabajo y de los procesos productivos que estos conllevan (de ahí la importancia de que los miembros responsables de desarrollar esta unidad estén imbrincados en los entornos laborales, sociales, familiares y tecnológicos de sus trabajadores). En nuestro caso, el programa formativo de atención al cliente busca con empeño dotar a nuestros controladores de herramientas y estrategias para aforntar mejor y más adaptativamente situaciones complejas que se suelen dar con relativa frecuencia en el trato con los conductores que aparcan en estas zonas azules. El diseño de esta formación mantiene el rumbo de todas nuestras acciones encaminadas a favorecer y potenciar la autonomía e independencia de los trabajadores con discapacidad en su puesto de trabajo.
En nuestra acción grupal (semanalmente adaptamos la formación, las acciones sociales, familiares, culturales y deportivas a las necesidades productivas, sin que en ningún caso estas mermen aquellas) abordamos un asunto espinoso, al que denomiamos formas de actuación ante clientes difíciles. Cliente difícil para un trabajadora/a con discapacidad no solo es aquel que también lo es para un trabajador/a sin discapacidad, es decir aquellos que de vez en cuando aparecen mostrandosae indiferentes, cuestionando constantemente nuestras decisiones y actuaciones, el sabelotodo, el enojado, el de regate habilidoso a la hora de pagar,  etc.,etc. Clientes difíciles los hay por todas partes, y la mayoría de las personas que trabajan cara al público saben que en algún momento tendrán que lidiar con ellos. Sin embargo, existen también nuestros particulares clientes dífíciles que son aquellas personas estereotipadas que nos otorgan desventaja laboral y competitiva por nuestra condición de persona con discapacidad; que se burla, es intolerante y finalmente siempre acaba por actuar de forma discriminatoria. Afortunadamente aprendemos rápido.
El aprendizaje de técnicas y estategias de trato con el público para poder ofrecer un mejor y más eficiente servicio es una de nuestras prioridades en la formación continua para la mejora de la autonomía, autodeterminación y autorregulación de nuestros trabajadores. Aprender a unas nociones básicas de cómo deterctar clientes problemáticos y actuar en consecuencia nos está sirviendo para mejorar en todos los aspectos de nuestra relación sociolaboral. Aunque el daño emocional de la discriminación es algo poco evitable, aprendemos a superarlo con cierta facilidad a base de practicar nuestras respuestas más adecuadas. Por otro lado, las herramientas que proporciona la actividad formativa a nivel del trato con el público (en  nuestro caso usuario de las zonas azules y de las activiades de control que nuestros trabajadores desempeñan en las mismas conforme a la ordenanza municipa), a partir de la gestión personal, capacidad para abordar y solucionar problemas mediante el trato adecuado, la buena imagen y la calidad percibida por nuestro trabajo, nos proporcionan la competencia necesaria y suficiente para mejorar día a día en nuestro propósito de desarrollar un trabajo digno para nosotros mismos y de interés para la comunidad.