Insular Asistencia es un Centro Especial de Empleo encargado del control de las zonas azules en la localidad de Vecindario, en el municipio de Santa Lucía de Tirajana, Gran Canaria. Esta actividad laboral genera empleo digno remunerado para personas con discapacidad desde el año 2001. De igual manera y conforme a lo dispuesto en el Real Decreto que desarrolla el reglamento de los Centros Especial de Empleo, Insular Asistencia a través de su unidad de apoyo realiza prestación de servicios de ajuste personal y social que faciliten una mejor integración sociolaboral y adaptación social. En la actualidad, la plantilla de Insular Asistencia está compuesta por 22 trabajadores, con diferente diversidad funcional, siendo la mayoritaria la discapacidad psíquica/intelectual. En este blog exponemos aquellas actividades y acciones de ajuste y apoyo más relevantes que llevamos a cabo desde Insular Asistencia. La prestación de un buen servicio de valor a nuestra comunidad es una meta por la que nos esforzamos cada día.

martes, 6 de septiembre de 2016

La importancia del entorno familiar en trabajadores con discapacidad

Hoy hemos recibido la visita de algunos miembros de la familia de nuestra última trabajadora contratada. Cabía reunirnos para conocernos y explicarles la importancia de establecer relaciones de comunicación entre familia y centro especial de empleo, a fin de dar cumplimiento y desarrollar lo establecido en el  Real Decreto 469/2006,  de 21 de abril, que regula las Unidades de Apoyo a la actividad profesional en los Centros Especiales de Empleo y  establece entre las funciones de dicha unidad y de los profesionales adscritos a ella, el establecimiento de relaciones precisas con el entorno familiar Nuestro objetivo en el apoyo e implicación de las familias es: no solo la mejora en la calidad de vida sociolaboral de nuestros trabajadores, sino, y en la medida que las actitudes positivas y los estado de bienestar afectan a estos trabajadores con discapacidad y a su entorno, la mejora en las relaciones familiares.
 


Todo grupo familiar, independientemente de la existencia de discapacidad en uno de sus miembros, debe pasar por distintas etapas en las cuales se producen incertidumbres y cambios. Uno de estos periodos, especialmente difíciles, es el de la incorporación de la personas con discapacidad al mundo laboral, que para la mayoría de las familias supone la búsqueda de orientación y recursos que permitan ordenar las dificultades para la incorporación de la persona con discapacidad al mercado laboral y, en su caso (que no son mayoría) para apoyar su permanencia en el mismo. Las personas que se encuentran en su entorno social se preocupan mucho por saber si la manera en que actúan es adecuada para favorecer la motivación y la disminución del estrés de la persona que busca trabajo o que quiere retenerlo. En la mayoría de los casos en los que las empresas que tenemos contratadas personas con discapacidad, interaccionamos positivamente con las familias, no solo mejoramos la percepción de estas sobre la disminución de la ansiedad de su familiar, sino que les proporcionamos herramientas de participación y vinculación emocional con un proyecto de capacitación para la mejora competencial del trabajador.  El trabajador, a través de la conjunción del apoyo familiar y de la empresa, adquiere calidad de vida y bienestar psicológico y emocional, desarrollo personal y autodeterminación. A cambio, las entidades, como los centros especiales de empleo, y también las empresas ordinarias,  obtenemos ese feedback de motivación que hace de nuestros empleados con discapacidad, trabajadores mucho más eficientes y comprometidos.

¿Cómo puede actuar la familia de un trabajador con discapacidad para contribuir en su calidad de vida laboral?

En nuestras reuniones con los familiares de nuestros trabajadores del Cee Insular Asistencia el foco de nuestro dialogo se centra en un concepto clave: el de autodeterminación. En muchos casos, principalmente en relación a los trabajadores con discpacidad intelectual (que en nuestro caso son mayoría), la familia debe desempeñar un papel importante en cuanto a contribuir a la mejora de la autonomía del trabajador/a. Nos preocupa trabajar con el trabajador y su familia diferentes factores necesarios para que la calidad de vida sociolaboral sea lo más real posible. En este sentido, por ejemplo, trabajar las habilidades de autodirección que propicien el control de su propia conducta por parte de estas personas con diversidad funcional, por que igual que nos ocurre a todos y cada uno de nosotros, en casi todas las situaciones, especialmente las adversas, es esencial disponer de los automatismos necesarios para que nuestra conducta sea capaz de controlar nuestro medio y las interacciones sociales significativas y recíprocas que en él se producen.
Con las familias buscamos acuerdos de colaboración para alcanzar el mayor nivel de autodeterminación posible en el trabajador con discapacidad. No se trata de acuerdos complicados, sino al contrario, favorecer cosas tan sencillas como dar importancia al logro de metas estableciendo espectativas realistas en cuanto a su empleo, abrir posibilidades para la interacción efectiva con otras personas, favorecer la toma autónoma de decisiones y apoyarlas; compartir los errores y aprender de ellos, etc.
El objetivo para este año 2016 de nuestra Unidad de Apoyo, es ir integrando a las familias en la colaboración y en el compromiso, también, de mejorar la calidad sociolaboral de las personas con discapacidad que integran nuestra entidad o que se relaciona con ella de una u otra forma.

En una próxima entrada de blog comentaremos las ideas y acciones que estamos emprendiendo en materia de asistencia al trabajador en los procesos de incorporación al mercado ordinario de trabajo.

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