Debía
tener prisa para recoger a su hija al finalizar alguna actividad en el Ateneo
Municipal de Vecindario, que se fue sin pagar el tique del aparcamiento (0,50 céntimos
x 2 horas), además de dejar los cristales del coche abiertos de par en
par. Nuestro controlador de la zona, no
se limitó a colocar en el parabrisas del vehículo el identificativo que indica
a la autoridad municipal que un vehículo está incumpliendo la ordenanza y que
faculta a ésta para sancionarlo administrativamente con una multa, sino que
prioritariamente se preocupó de la situación de vulnerabilidad de aquel
vehículo al que no le quitó ojo. Llamó a nuestro coordinador para que se
pusiera en contacto con la centralita del Ateneo Municipal y avisasen a la
señora para que acudiese a cerrar su vehículo y evitar así cualquier
problema. Situaciones como esta o
similares ocurren prácticamente a diario en todas las áreas que controlan
nuestros trabajadores. Felizmente la mujer apareció, agradeció sobremanera la
actitud de nuestro profesional y pagó el aparcamiento aunque ya se iba. Pero sobre todo comprendió el alcance de
nuestra función y el esfuerzo que cada día hacemos para que nuestro servicio en
las zonas azules sea entendido como algo útil y efectivo para nuestra
comunidad. Y es que todos los días nuestros trabajadores con discapacidad
colaboran de una u otra manera a una mejor convivencia en la comunidad, en
algunas circunstancias incluso teniendo en contra la incomprensión de algunos
usuarios de la zona de aparcamiento o habiendo de soportar todavía actitudes
discriminatorias por causa de su discapacidad.
Seguiremos
trabajando por hacer una buena labor, seguiremos convencidos de que este
trabajo beneficia a todos, al comercio porque facilita la afluencia de
clientes, al tráfico porque se consigue
una mejor ordenación de los vehículos, a los usuarios porque les da mayor
seguridad, y a la integración social de las personas con discapacidad al estar
ejerciendo su derecho a un empleo digno y para el que están perfectamente
capacitados. Confiamos en que cada vez se comprenda mejor el valor hacia la
comunidad que aportamos con nuestro trabajo cotidiano. Por nuestra parte continuamos trabajando por una formación continua de todos nuestros trabajadores con discapacidad en aspectos de carácter personal y social que mejoren cada vez más sus competencias y sus capacidades de interrelacionar con los demás.
Por
cierto, buen trabajo Felix.
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